La fabricación de bolas de acero (sobre todo para la industria de los rodamientos) se lleva a cabo a través de un proceso de varias etapas. Después del tronzado, la forja y el temple, la pieza en bruto primero es rectificada de forma preliminar con muelas abrasivas de carburo de silicio en aglomerado cerámico, para después acabar el rectificado de las bolas casi terminadas en un proceso de rectificado fino de 2 a 3 pasos con muelas abrasivas de corindón en aglomerado de resina sintética con tamaños de grano de 280 hasta 1500.
La clasificación se realiza a continuación en las así llamadas clases G
La clasificación se realiza a continuación en las así llamadas clases G, en donde actualmente un valor G12 es considerado más bien como valor estándar para bolas de precisión. Un número cada vez mayor de fabricantes de bolas se esfuerzan por obtener clases de calidad de hasta G5.
Debido a las enormes fuerzas (generadas por el número extremadamente grande de bolas que se encuentran simultáneamente entre las muelas), para ambos procedimientos de rectificado se fabrican muelas abrasivas con la formulación de dureza máxima posible, la dureza Z.